La Mujer Que Llora

Ella llora por la noche, especialmente en las noches nubladas cuando los vapores de los elementos descienden sobre la tierra. Dicen que llora por sus hijos, hijos que ella misma ha ahogado. Dicen que vaga en las tinieblas y sombras tratando de atrapar a niños desobedientes. Dicen que se lleva a los niños que desobedecen a sus padres.

Dentro de cada cultura todo el mundo sabe la historia. Es una historia que mi abuela contó a mi madre en América Central. Yo escuché la historia tanto en la costa este como oeste de Mexico. He vivido a orillas de un pantano en Michoacán, donde los locales me aseguraron que La Mujer que Llora, La Llorona, vive precismante en ese pantano y que su llanto suave puese ser escuchado en la oscuridad. Se dice que camina por los arroyos y vegas de Nuevo Mexico y Colorado.

Algunos decen que ella ahogó a sus propios hijos y luego se suicidó para escapar de la esclavitud española. Otros dicen que que era una mujer ejemplar y curadora que mató a sus hijos y luego se suicidó para evitar las torturas de la Inquisición.

Algunos dicen que ella es Malinche, la mujer nativa que convivió con Cortés, haciendo de traductora, y que utilizó sus conexiones de clase alta en el imperio azteca para ayudar a los conquistadores. Dicen que su nombre era Marina y que dió a luz los hijos de Hernán Cortés. Dicen que llora por sus hijos, los descendientes de sangre mixta de los primeros españoles y la primera generación de nativos convertidos en sujetos de la colonia.

Otros dicen que La Llorona es La Tonantzin, la fuerza femenina que era siempre venerada en Tepeyac, ahora el sitio de la Basílica de la Virgen de Guadalupe, el nombre dado por un obispo español católico romano, y no por Juan Diego o por las ceremonias tradicionales de los practicantes que continúan ofreciendo copal de la misma manera que se hacía mucho antes del arribo de los españoles y de su religión.

Dicen que llora porque la tierra, que es su cuerpo, el agua que es su sangre, y el aire que es su aliento están envenenados. Llora porque es la madre con temor de respirar en las caras de sus hijos porque su aliento está envenenado, tanto que con frecuencia sus hijos se avisan mutuamente de no salir o de abstenerse de respirar profundamente. Dicen que ahora hay demasiado ozono. Dicen que hay otros venenos en el aire. Dicen que eso es la polución del aire y las radios, televisores y periódicos están llenos de avisos casi todos los días del verano. Dicen que no hay que beber el agua que baja de las montañas porque tiene cianuro, mercurio, virus y bacterias.

Recientemente la historia de La Llorona ha sido popularizada como un mito. No lo es. Ella es real. Lo sé porque mi madre me lo dijo. Y sé que cada una de estas versiones de su historia son verdad.

Este no es el final
Contribución de: Leo Griep-Ruiz
Copyright Julio 2000